Un viejo monje le ha dicho a Inuyasha que vio a una sacerdotisa muy herida, y él asume que es Kikyo y va en busca de ella. Mientras tanto, Kagome y los demás son capturados por unos hombres que los llevan a su aldea. Un pequeño niño, el cual es una extensión de Naraku, quiere los ojos de Kagome ya que es la única que puede percibir los fragmentos de la perla ahora que Kikyo está muerta.