Inuyasha salva a Aome del monstruo creado por Naraku, llamado Musso; al parecer, lo que más desea éste es quedarse con Aome. Todos, incluso Inuyasha, concuerdan en que es mejor que Aome se aleje de allí y vuelva a su época hasta que se resuelva el asunto. Naraku ordena a Kagura que vigile a Musso. Mientras tanto, Musso no tiene idea de quién es, y se dirige a la cueva de Onigumo para descubrirlo.