Sango encuentra a su hermano Kohaku cuando es perseguido por demonios que querían quitarle el fragmento que lo mantiene con vida, pero descubre que él ha perdido la memoria y no recuerda quién es. Inuyasha no está demasiado dispuesto a permitir que Kohaku se les una, y descubre que su decisión fue acertada cuando son atacados por Kagura. Mientras Inuyasha y Miroku la distraen, Sango, Aome y Kohaku huyen hacia el bosque.