Luego de haber sido testigo de cómo Inuyasha y Kikyo se abrazaban cuando ella huyó de Naraku, Aome se ve muy afectada y decide regresar a su época, luego de dejarles algunas medicinas a Sango y Miroku. Ya en su hogar, considera la posibilidad de devolver los fragmentos de la Perla de Shikon que posee y no retornar nunca más a la Época Feudal, pero luego de ser consolada por su madre, se enfrenta a Inuyasha y le confiesa que la hace feliz estar a su lado