Hércules y Iolaus respondieron a la petición de ayuda de Vlad para defender su reino contra los vampiros. Al llegar a Dacia, se les unió Galeno, cuya hermana Nadia había ido al castillo de Vlad y nunca regresó. Pronto descubrieron la horrible verdad: Vlad era un vampiro y Nadia hacía tiempo que se había unido a los no muertos. Nadia consiguió convertir a Galen y a Iolaus en vampiros. Para salvar a sus amigos, Hércules comió cicuta y dio su sangre contaminada a los vampiros. Así debilitado, Vlad no fue rival para Hércules. Tras la muerte de Vlad, los demás volvieron a la normalidad.