Geordie no cree al pequeño Archie Reilly cuando dice que una persona muy extraña ha intentado secuestrarlo pero, cuando su hermano desaparece, él y Sidney se pondrán a investigar para tratar de dar con el paradero del pequeño.
Mientras tanto, Sidney y Geordie tendrán que arreglar de una vez por todas sus vidas personales, sobre todo después de que el vicario haya renunciado a seguir ejerciendo como tal.