Cuando Sidney y Geordie disfrutan de la noche londinense, aparece Amanda de manera inesperada. Amanda y Sidney aunque empeñados en aparentar que no sienten nada el uno por el otro intentarán disfrutar al máximo. Pronto este momento mágico se rompe con el grito de alguien que descubre el cuerpo inerte de la hija del dueño del local. De este modo el pastor tendrá otro nuevo caso que resolver.