Tras encontrar a Diego herido en la gruta junto a Alicia, Ayala no tiene más remedio que detener a la joven. Si Diego la acusa ante el juez, Alicia será condenada a prisión. Julio y Maite se enfrentan a una contrarreloj para demostrar que Alicia fue víctima de una trampa, pero sus averiguaciones le llevan a descubrir secretos que atañen a alguien del hotel que no esperan...
Mientras, Diego, malherido y recién liberado de su cautiverio, se dispone a cobrarse su traición: Alicia será condenada a pena de cárcel por intentar matarle; mientras que Julio, su amante, solo puede pagar con una moneda: su vida.
Andrés, a sabiendas de las sospechas de Ayala y Ángela sobre Belén, tiene que hacer frente al día a día junto a una mujer en la que ya no confía. ¿Puede continuar viviendo en una mentira? Ajena a esto, Belén tiene que hacer frente a un nuevo peligro. Uno que puede llevarle a pagar por el engaño que cometió.
Por su parte, Ángela asume su nueva situación en la clase alta proponiéndose un nuevo objetivo dentro del hotel: mejorar las condiciones de los trabajadores. Pero no todos están de acuerdo... y mucho menos Alfredo que, como director, ve amenazada su ya más que mermada autoridad.
El único dispuesto a disfrutar de la vida ahora es Javier que, ante la ausencia de Laura, recobra su libertad perdida. Ha llegado a volver a ser el que era. Lo que no sabe es que va resultarle algo más complicado de lo que pensaba.