Kintaro está frente a un club de natación cuando ve entrar a un bella joven que para él tiene un cierto aire salvaje. Resulta ser la directora del centro, y él aprovecha la oferta de empleo como monitor para poder verla a menudo. Como su nivel de natación es nulo, ella no quiere contratarlo, por lo que él la reta en el plazo de un mes, en el cual aprenderá a nadar mejor que ella. Claro que hace esta afirmación sin saber que Ayuko Ayami, la directora, fue oro olímpico en las últimas competiciones mundiales. Kintaro pasa a trabajar de monitor con niños que tienen miedo al agua, mientras que aprovecha para ir aprendiendo a nadar mejor cada día.