Al comenzar el enfrentamiento contra Santa Gloriana, el equipo de Miho actúa como señuelo para atraer a sus oponentes en una emboscada, lo que falla debido a la mala puntería y la inexperiencia de los equipos Ooarai. Rodeada y bajo un intenso fuego, Miho ordena a los equipos Ooarai el repliegue a la zona del centro urbano.