Zak, Nick y Aaron acuden al desolado, abandonado y antiguo pueblo minero de Bannack, totalmente plagado de actividad paranormal. Antes del encierro a gran escala, los chicos son testigos de actividad extraña a plena luz del día.
Desde finales de 1860 a la década de 1930, Bannack continuó como pueblo minero con una población fluctuante. En la década de 1950 el movimiento de oro habían disminuido y la mayoría de la gente se había ido. En ese momento el Estado de Montana declaró Bannack un parque estatal. Hoy en día, más de sesenta estructuras permanecen en pie, la mayor parte de las cuales se pueden explorar libremente. Gente de todas partes visitan este famoso pueblo fantasma para descubrir su patrimonio.