Zak, Nick y Aaron responden a una llamada para ayudar a los propietarios de una mansión centenaria al estilo victoriano. Lillian Otero y Edwin González compraron la “casa de sus vidas” en 2009, pero los sucesos paranormales eran tan abrumadores que finalmente tuvieron que mudarse. Los chicos están decididos a comunicarse con estos espíritus incesantes para comprender mejor por qué siguen molestando a Edwin y Lillian. En este viaje aprovecharán para visitar el Memorial a las víctimas del atentado de la Maratón de Boston.