El equipo se encerrará en las Cuevas Hellfire, unas cavernas de piedra que se extienden a lo largo de 500 metros bajo tierra y que se sitúan bajo la localidad de West Wycombe, a las afueras de Londres. Estas cuevas eran el lugar de reunión de una sociedad secreta conocida como Club Hellfire.
Se celebraban rituales paganos, orgías y entre sus miembros se encontraban muchos de los nobles y políticos más famosos de la gran Bretaña de siglo XVI. Francis Dashwood, miembro del parlamento, era el líder del club y también fue el segundo barón de West Wycombe. Paul Whitehead, quien se desempeñó un papel como secretario del Club Hellfire. Después de su muerte, dejó su corazón en una urna de Sir Francis Dashwood quien lo puso en las cuevas.