Frankie recibe una misteriosa llamada y sale corriendo de la oficina. Cuando se disponen a buscarla, Trudy le cuenta a Mary cómo se convirtió Frankie en detective privada, remontándose a la época inmediatamente posterior a la guerra, cuando Frankie trabajaba como espía para el MI-5. De vuelta al presente, pronto volverán a verse envueltas en una misión de alto riesgo en la que nada es lo que parece y es imposible saber en quién se puede confiar.