Rei, Mamiya y Kenshirō continuan su camino y se encuentran con las cenizas de lo que fue un pueblo vecino arrasado por los Kiba. Prosiguiendo dicho camino son atacados por el Clan enemigo. Madara, el más sanguinario y veloz de todos, es el primero en atacar a Kenshirō pero éste no tiene piedad y mata a su oponente. luego, los Kiba muestran a Aili de entre las sombras y Rei se muestra muy ansioso por rescatarla, tanto que, casi le cuesta la vida y fue salvado por Kenshirō. Rei al ver que Aili no le reconocía, desde la distancia, le tiró el velo que ella hubiese llevado el día de su matrimonio. Tras sentir su bordado Aili lo relacionó con su hermano, del cuál ya no creía posible estar junto a él, ya que ella al no poder ver más sufrimientos ajenos se hirió en los ojos. Desde lo alto del acantilado, el jefe del Clan la estrecha entre sus brazos y con la punta de su sable apunta al pecho de ella amenazando con matarla. Mientras Rei sufre más que nunca.