Patra, finalmente huye dejando sin agua a los aldeanos y llevandose a Mika consigo. Kenshirō se dirige a la cima de la montaña a investigar y halla un castillo el cual es habitado por un hombre que, junto a Patra y Mika, posee a todas las mujeres y niños secuestrados. Pero Kenshirō los libera y elimina a sus enemigos, restaurando asi el equilibrio.