Después de mucho deambular por el desierto, Kenshirō llega muy sediento a un pueblo. Es encarcelado por intentar tomas agua del pozo, pero escapa de la prisión cuando el pueblo es atacado por Zeed. Zeed toma como rehén a Lynne pero es vencido fácilmente por Kenshirō. Cuando Kenshirō se marcha seguido por Bart, Lynne queda esperando a que regrese.