El Reverendo sufre de ceguera progresiva y aunque Michaela intenta todo lo posible porque él vuelva a ver, todo es en vano. Brian tiene una fe ciega en que el Reverendo recuperará la vista al ser la víspera de Navidad, declarando que en Navidad siempre ocurren milagros, por lo que él no se rinde y quiere terminar la estrella para el árbol de Navidad. Sin embargo, cuando descubre que el Reverendo ha quedado ciego para siempre, Brian pierde su fe y destruye la estrella. También el Reverendo pierde su fe, por lo que decide no dirigir el servicio de Navidad. Michaela, entonces, cree que la ceguera del Reverendo es un castigo de Dios, aunque no puede explicar por qué lo sería, debido a que el Reverendo es una persona demasiado noble. Sin embargo, Danza de Nubes le dice que Brian y el Reverendo no deberían considerar la ceguera como un castigo de Dios, sino como un mensaje de tomar un nuevo rumbo.