De visita a Colorado Springs llega Elizabeth Quinn, la distanciada madre de Michaela. Enseguida, la Sra. Quinn se lleva bien con Loren, pero cuando llega a la casa de su hija, la desaprueba totalmente al no ser igual a la acomodada casa en Boston, pero se encariña con el pueblo y los niños Cooper. Mientras esto ocurre, Jedediah Bancroft, banquero del Primer Banco Nacional de Denver, embarga la clínica (la antigua casa de huéspedes de Charlotte) y le dice a Michaela que no puede comprarla, a menos que ella esté casada o posea una propiedad. La clínica se subastará y el remate comienza con 1500 dólares, cantidad que Michaela no posee. Cuando ella intenta sin éxito convencerlo de venderla a un precio más bajo, le el dinero a su madre, pero ella se rehúsa, bajo pretexto de que Michaela arruinaría así su vida. Al final de su visita, Matthew le compra a la Sra. Quinn un baño quien lo aprecia inmediatamente y, al irse, junto con un cepillo y un espejo que le da a Colleen, le da a Michaela el dinero que necesita para su clínica. Mientras tanto, Robert E. es herido con el fuego de su caldera y es atendido por Michaela. Además, Collen piensa que va a morir por un sangrado, pero Elizabeth le dice que es su primera menstruación.