JP quiere conseguir su digispirit ya que es el único que no lo tiene. Mientras prosiguen su camino, los niños llegan a una fábrica de viento donde unos Kokuwamons trabajan aportando energía para hacer funcionar ventiladores y así producir viento. Tras visitar la fábrica, los Kokuwamons les cuentan a los niños que antes vivían tranquilamente en el bosque, hasta que un día unos Goblimons les atacaron, les capturaron y les obligaron a trabajar a la fuerza en la fábrica del viento para beneficiarse de su electricidad, maltratándoles y amenazándoles todo el tiempo para que así descarguen más electricidad.