La inspectora Marleau investiga el asesinato de una patinadora artística. La víctima, Lucie Engelberg, habría muerto como consecuencia de golpes violentos. Sin embargo, unas horas antes, la joven todavía estaba entrenando junto a otra estrella del espectáculo sobre hielo, Salomé Revel. Esta última, que ahora figura entre los sospechosos, parecía aprehender con angustia el final de su carrera y se había lesionado durante el ensayo. Aunque la patinadora es la sospechosa ideal, Marleau descubre que este caso es mucho más complejo. En efecto, detrás de las rivalidades profesionales se ocultarían en realidad secretos de familia.