En vísperas del concierto del famoso director de orquesta Alexandre Eckert, Bastien Meunier, el violinista del cuarteto, es encontrado muerto en un estanque. Para disgusto de sus allegados, Alexander organiza una audición y lo sustituye por Christophe, un joven músico al que ha tomado bajo su protección. La capitán Marleau adivina que hay un secreto que une a los dos hombres. Ella trata de saber más interrogando a Joyce, el empresario de Eckert. Ella teme que Alexander sea la próxima víctima de un asesino movido por un deseo de venganza.