Febrero de 1924, plena época dorada del jazz y el charlestón. Ocho meses después de que recuperase a duras penas el control de Atlantic City frente a Gyp Rosetti, un abatido Nucky Thomson (Steve Buscemi) controla su parte del imperio desde la sombra y sin poder confiar en nadie. En su desesperación, Nucky se aferrará al negocio de la droga y las nuevas oportunidades inmobiliarias en Florida, y aceptará la ayuda de un potencial socio recién llegado de Harlem, que responde al nombre de doctor Valentin Narcisse.
Una pieza de música clásica suena mientras la cámara sigue a varios pies que suben unas escaleras con elegancia. ¡Ah, qué preciosidad! Si echabas de menos esas escenas tan "Julian Fellowes", estás de suerte: el creador de Downton Abbey vuelve a nuestras pantallas con La edad dorada, una serie llena de suspense (y también de glamour) en la que nos sumerge de lleno en el corazón de la sociedad estadounidense del siglo XIX.
Aunque inicialmente iba a ser para la NBC, La edad dorada se ha estrenado finalmente de HBO Max, plataforma en la que Fellowes ha podido dar rienda suelta a su creatividad con más presupuesto y más libertad. Y ya podemos ver el resultado.
Saltan a la vista las similitudes entre Downton Abbey y La edad dorada. ¡Y nos encanta! Fellowes vuelve a reproducir la dicotomía entre los señores de la casa y el servicio, y recupera algunos de sus tropos, como los personajes chapados a la antigua que se niegan a abrirse al mundo y son a menudo codiciosos, e incluso crueles, o esos personajes más ingenuos y optimistas que se mueren de ganas de comerse el mundo. Pero lo más importante: ¿tiene la serie a su propia Lady Violet Crowley, también conocida como Dame Maggie Smith? ¡Por supuesto! Y no es nada más ni nada menos que la mismísima Christine Baranski.