En el segundo intento de vencer a Runuganga, el Guardián de las Arenas Blancas, Rukia usa Sodenoshirayuki, pero su ataque sale mal cuando accidentalmente apuñala a Bawabawa en la espalda. Bawabawa empieza a car y Rukia sale volando por los aires. Ichigo y sus amigos son devorados por el desierto de Hueco Mundo y caen en el Bosque Menos, el hogar de los Menos.