Después de ser atacado por la espada del Capitán Zaraki, y mientras permanece tirado en el suelo y sin fuerzas, Ichigo es recibido por una versión física de su zanpakuto, Zangetsu. Cuando Ichigo comprende la verdadera naturaleza de su espada, recupera la confianza en sí mismo y vuelve a enfrentarse a Zaraki.