El cañón acaba siendo disparado pero Ichigo, incapaz de controlar su poder espiritual, hace que él y sus compañeros acaben atrapados en el Escudo de Almas. El cañón explota y descienden al Seireitei divididos; Ichigo y Ganju por un lado deberán a enfrentarse a Ikkaku y Yumichika, dos Shinigamis, e Ishida, Yoruichi y Chad, por otro.