Uno de los socios de una empresa de alta tecnología es asesinado. La escena del crimen sugiere que este judío ortodoxo puede haber sido víctima del Golem, una mítica criatura de arcilla que obedece las órdenes de su creador. Esto orienta la investigación en la dirección de un proyecto de inteligencia artificial inquietantemente realista. Mientras su principal sospechoso se hunde en la locura, Astrid y Raphaëlle descubren que jugar a ser Dios nunca se hace sin consecuencias.