Cuando Roger ayuda a Steve a ver que su padre no es tan inteligente como él siempre había creído, la pareja hambrienta de poder sitúa su búsqueda de fama y fortuna en Nueva York - pero a Roger no le cuesta mucho tiempo perderlo todo en Wall Street, y Steve contempla la prostitución después de que Jon Stewart se cargue su acto cómico. Mientras, el resto de la familia cree que Steve y Roger sólo se han fugado a la casa-árbol de su jardín, así que cuando es alcanzada por un rayo, se encuentran completamente devastados - hasta que se consuelan a sí mismos con el dinero de la universidad de Steve.
Este fin de semana, te recomendamos tres series para sacar al nerd que llevas dentro.
A pesar de tener ya tres temporadas, a The Orville le ha costado encontrar su tono. Si bien la primera temporada se centró en explotar la dinámica entre los personajes, la segunda y la tercera se entregan plenamente a la parodia para conseguir un humor de mejor calidad. Por supuesto, no deja de ser un producto de Seth MacFarlane, es decir, poco sutil, pero su fórmula funciona. Exploramos la galaxia a bordo del USS Orville, de la mano del capitán Ed Mercer (el propio MacFarlane) y de Kelly Gracer (Adrianne Palicki). Un dúo de esos que tanto nos gusta que encarna a la perfección la dualidad entre estupidez y genialidad.
Aunque este homenaje a Star Trek parezca una parodia, comparte con la serie de culto de ciencia ficción la reflexión sobre la tolerancia hacia la vida extraterrestre. The Orville es una comedia firmemente arraigada en la cultura estadounidense, y te guste o no Seth MacFarlane, se ha de admitir que su creatividad no tiene límites. El hombre detrás de American Dad ha creado un universo repleto de referencias de ciencia ficción que no deja de enriquecerse.