Alex Hugo descubre los cadáveres de Isabelle y Antoine Lefort en un refugio de alta montaña. Éste decidió morir con esta mujer, que padecía una enfermedad incurable. En su carta de despedida, la pareja pide ser cremada. Las cenizas deberán ser esparcidas en la cima de la montaña, al sol naciente. Todo el pueblo está conmovido por esta trágica historia de amor. Pero Alex está convencido de que alguien quería deshacerse de los Lefort y contaba con la cremación para borrar las huellas.