Lusagne, a última hora de la tarde. Los niños del campamento de verano regresan de una larga excursión a las montañas, pero Justine, de 10 años, falta. Su mentora, Marianne Helme, que fue a buscarla, tampoco ha regresado. Y pronto se hará de noche. Alex y Angelo movilizan inmediatamente voluntarios y descubren con horror el cuerpo de Marianne, varado en un torrente, pero no hay rastro de Justine... Muy pronto, las sospechas se dirigen a Jérémy Raveau, retrasado mental ligero, que subsiste gracias a pequeños trabajos. Raveau es conducido con buena escolta a la comisaría de la policía rural, frente a la cual ya están acampados habitantes que reclaman justicia. El detective Renart, de Homicidios de Marsella, se encarga de la investigación. Pero la discapacidad mental de Raveau hace que el interrogatorio sea particularmente difícil.