El 7 de diciembre de 1987, un ex empleado descontento de USAir llamado David Burke secuestró el vuelo PSA 1771 en ruta a San Francisco. El secuestrador mató a los pilotos y se disparó al poco de despegar. En ese momento la grabadora de voz de la cabina recoge el creciente ruido del aire contra el parabrisas del avión al caer en picado hacia el suelo hasta que poco después el avión se estrella en un rancho ganadero en el condado de San Luis Obispo, California. Las 43 personas a bordo murieron.