Agatha escapa de Carsely después de un desafortunado percance de peluquería y decide refugiarse en el hotel Wyckhadden. Allí se encuentra en el centro de otro escándalo cuando la ‘bruja‘ local Francie Juddle es descubierta muerta a golpes. Atrapada en el área hasta que se resuelva el asunto, Agatha comienza su propia investigación.