En el vuelo de mediodía de París a Londres se comete un asesinato especialmente ingenioso. Poirot viaja a bordo, pero por desgracia se encuentra dormido cuando se comete el asesinato.
Para él, encontrar al asesino es una cuestión de orgullo. Al volver a París, descubre que su principal sospechoso es un americano, misterioso sobre todo porque no había ningún norteamericano a bordo...