¿Cómo se llega a ser un icono de la moda? Con talento, por supuesto, pero también con perseverancia y una gran dosis de creatividad. Tres destrezas que resumen a la perfección el carácter del protagonista de la nueva miniserie de Disney+: Becoming Karl Lagerfeld. Un personaje con una ambición desproporcionada, demasiado majestuosa para unas costuras sociales demasiado apretadas. De hecho, en 1972, año en el que se ambienta el inicio de la serie, Karl Lagerfeld era un desconocido que pugnaba por hacerse un hueco en el mundo del prêt-à-porter. Su carrera había quedado muy por debajo de sus expectativas y, sin duda, no estaba a la altura de su talento, mientras que Yves Saint Laurent, que había comenzado su carrera al mismo tiempo que Lagerfeld, triunfaba como diseñador de alta costura. Víctima de sus complejos, el diseñador paliaba su ansiedad voraz a golpe de atracón, se desvivía por Jacques de Basher, que nunca se dignó a dedicarle un “te quiero” y vivía con su madre, la única persona en la que confiaba plenamente. Un desbordamiento de frustraciones que le empujará (por fin) a convertirse en el gran nombre de la moda que siempre aspiró a ser.
Cuando entrevistamos durante la edición 2024 de Canneséries a Isaure Pisani-Ferry, una de las creadoras de este nuevo drama de Disney+, Becoming Karl Lagerfeld estaba a punto de estrenarse en la pantalla gigante del auditorio Louis Lumière. Y aunque la joven estaba nerviosa, se tomó el momento como la culminación de tres años de trabajo para crear la serie. Una serie “que no es un biopic”, señaló, puesto que en el primer episodio Karl Lagerfeld ya tiene 38 años. No, aquí la narración se centra en una parte intensa y dramática de su vida, o, se podría decir, casi geométricamente, en el cuadrado amor/odio formado por Yves Saint Laurent, Pierre Bergé, Jacques de Basher y finalmente Karl Lagerfeld. Y cuando le preguntaron a Isaure Pisani-Ferry cuál había sido el descubrimiento más sorprendente al sumergirse en la vida romántica de este pintoresco personaje, respondió: “su capacidad para inventarse historias, ¡incluso mentir! Sobre su edad, sus orígenes sociales, su país de origen ¡e incluso su nombre de pila! En un momento dado, ¡llegó a decir que se llamaba Roland! Pero también su voluntad de reinventarse, a cualquier edad. Lo cual es una gran lección de vida”.
Ha sido Daniel Brühl el que ha retratado, de manera brillante, la complejidad de este personaje, compartiendo pantalla con Théodore Pellerin, que interpreta a un indolente y provocador Jacques de Bascher, Alex Lutz como el nervioso y altivo Pierre Bergé y con Arnaud Valois en el papel crucial de Yves Saint Laurent. Es un reparto con los ingredientes adecuados para introducirnos de inmediato en las rivalidades románticas y profesionales que marcaron aquel período de la vida de Karl Lagerfeld. La interpretación está en consonancia con la calidad general de la miniserie, con una estética muy cuidada y la impecable dirección de Jérôme Salle y Audrey Estrougo. Y una preocupación por el realismo que Isaure Pisani-Ferry se ha tomado muy a pecho: “Conocí a Gilles Dufour, que fue su ayudante durante mucho tiempo, y que después pasó a ser su mano derecha. También a Patrick Hourcade, su decorador y mejor amigo, y Carlos Muñoz, su ahijado, para hacerme una idea clara de quién era Karl Lagerfeld en los años setenta”. Consciente del reto que suponía abordar a un auténtico mito de la moda, la joven tuvo que encontrar, y supo hacerlo, el justo equilibrio entre los códigos de la escritura de ficción y la necesidad de no salpicar el nombre de un icono.
El resultado es una miniserie de siete episodios que podremos disfrutar a partir del 7 de junio en Disney+.