Acompañamos el estreno de la segunda temporada de Supernormal con nuestra propia recomendación de series protagonizados por adictos al trabajo. ¡Vamos allá!
Empezamos con Esto te va a doler un drama médico creado por Lucy Forbes (The End of The Fucking World) ambientado a principios de los 2000 y protagonizado por Adam (Ben Whishaw), un ginecólogo al borde de la desesperación (pero, a su vez, adicto a su trabajo) debido a la falta de recursos que sufre el hospital público en el que trabaja.
Aunque Adam siempre se había visto a sí mismo como alguien con vocación de ayudar a los demás, se ve enfrentado a una dura realidad: hace jornadas interminables, vuelve a casa cada día más cansado y deprimido y prácticamente no tiene vida social. Y, ¿tanto esfuerzo para qué? Para que su superior le ignore, sus pacientes no le den ni las gracias, y su familia y pareja estén cada día más distantes.
Esto te va a doler está inspirada en un libro homónimo escrito por el actor Adam Kay, que se basó en su propia experiencia trabajando como médico durante varios años para escribir un relato repleto de historias que te dejarán con la boca abierta. Eso sí, a pesar del evidente dramatismo de la situación, tanto en la serie como en el libro, el humor negro se utiliza como válvula de escape, desmitificando la figura del sanitario noble e intocable, y poniendo de manifiesto, una vez más, que la seguridad social se tambalea cada vez más debido a la falta de recursos. El hecho de que la serie se ambiente a principios de los 2000 no hace más que subrayar que la situación no ha hecho más que ir a peor, con habitaciones abarrotadas de pacientes y cirujanos que con doce horas de trabajo en el cuerpo no deberían seguir con el bisturí en mano.
Esto te va a doler es para ti si tienes ganas de disfrutar de una miniserie dramática, pero muy bien hecha, que es como una buena medicina: duele, pero cura.
Para nuestra segunda recomendación, hacemos un cambio radical y saltamos del sector sanitario, cuyo cometido es ayudar a los demás, al bancario, en el que el ganador es el que deja más cadáveres en su camino. Industry nos presenta a un grupo de jóvenes ambiciosos recién llegados a Pierpoint & Code, un banco internacional cuyo caótico ambiente tóxico termina haciendo mella en sus empleados, que tratan de aliviar la presión del día a día entregándose a las drogas y al sexo desenfrenado. Los novatos tendrán que decidir si entrarán en la rueda o si cuestionarán el status quo de la empresa para tratar de cambiar las cosas.
Los creadores de la serie, Mickey Down y Konrad Kay, (que por cierto, trabajaron en el sector bancario) hacen una labor magnífica plasmando las capas de estrés que se acumulan en el día a día en Pierpoint, creando una sensación de tensión persistente que acompaña a las densas conversaciones de los personajes, cuya jerga financiera, lejos de espantar al espectador, lo enganchan, despertando su curiosidad por ese mundo tan complejo y desconocido para la mayoría de mortales.
Industry te gustará si disfrutaste de Succession, una de las series favoritas del catálogo de HBO Max. Ya puedes disfrutar de sus dos temporadas en la plataformas.
Y terminamos con Mad Men, todo un fenómeno de masas estadounidense que, a pesar de no haber tenido tanto éxito en España como en su país de origen, también se reconoce como un clásico moderno en nuestro país. En Mad Men, volvemos a la Nueva York de los 50 y los 60, los años dorados de Estados Unidos, donde asistimos al nacimiento de la industria de la publicidad moderna y al auge de Sterling Cooper, una agencia de publicidad liderada por Don Draper (Jon Hamm), su director creativo. Pero, bajo el aura de elegancia de la época, se esconden fenómenos no tan glamurosos, como el sexismo, el acoso laboral o tácticas de negocios rastreras.
Creada por Matthew Weiner, guionista de Los Soprano, Mad Men tenía, ya de entrada, muchos puntos para convertirse en una galardonada serie de éxito. Y así fue. Uno de sus puntos fuertes es, sin duda, la elección del reparto. Los papeles parecen haber sido creados expresamente para los actores que los interpretan y destacan las actuaciones de Jon Hamm (Good Omens), Elisabeth Moss (The Handmaid’s Tale), Vincent Kartheiser (Titanes), January Jones (El último hombre en la Tierra) o Christina Hendricks (Chicas buenas).
También salta a la vista (nunca mejor dicho) el cuidado que se ha dedicado a la estética de la serie, con unos decorados, escenarios y caracterizaciones que trasladan al espectador a los inicios de los sesenta. Pero no se trata de una estética vacía, sin propósito, para deleitar al espectador: el vestuario y los decorados son una excusa para abordar temas trascendentales de la psicología humana y de cada uno de los personajes. De hecho, y a pesar de que el entorno de Sterling Cooper es uno especialmente masculinizado, la serie pone mucho el foco en los personajes femeninos, que experimentan una gran evolución tanto individual como colectiva, abordando temas como la autorrealización, el empoderamiento y el descubrimiento de la propia identidad.
Una opción estupenda si te apetece descubrir todo un clásico de la televisión que no te dejará indiferente. Tienes las siete temporadas disponibles en Prime Video.