HBO Max deleitó a los fans de Mindy Kaling el pasado 17 de noviembre con el estreno de la segunda temporada de La vida sexual de las universitarias, la última comedia de la creadora de series de éxito como Yo nunca.
Con el tono despreocupado que caracteriza a las ficciones de la creadora de The Mindy Project, La vida sexual de las universitarias cuenta las vivencias de Kimberley (Pauline Chalamet), Leighton (Renée Rapp), Bela (Amrit Kaur) y Whitney (Alyah Chanelle Scott), cuatro jóvenes que, a pesar de sus diferencias, terminan forjando una amistad tras compartir piso en la prestigiosa universidad de Essex. Y es que, a pesar de ser tan diferentes, comparten las inquietudes, aspiraciones y contradicciones de ser unas novatas recién llegadas a la universidad, con muchas ganas de comerse el mundo (en más de un sentido) y de vivir al máximo esta nueva y excitante etapa de sus vidas, cegadas por las hormonas y una recién descubierta libertad.
Tras el cliffhanger en el que nos dejó colgados el final de la primera temporada, el squad vuelve tras las vacaciones de Acción de Gracias, preparadas para encarar la temporada navideña… con algunas dificultades. Ahora, las chicas tienen prohibido entrar en las fiestas de las hermandades y Kimberly debe encontrar la manera de pagar la universidad. Pero ya os avisamos: sus problemas no les impedirán seguir exprimiendo la experiencia universitaria al máximo.
La segunda temporada de La vida sexual de las universitarias viene marcada por el tono inconfundible del sello Kaling International: un humor ligero pero efectivo cuyo atractivo reside en que no se toma en serio. Para conseguirlo, la acompañan en el proyecto el guionista Justin Noble, conocido sobre todo por su labor en Brooklyn 99, y toda una mesa de guionistas mujeres curtidas en distintos géneros como Vanessa Baden y Rupinder Gill.
También se hace evidente la mano de Kaling en cómo los personajes protagonistas siguen desarrollándose en esta segunda temporada. A pesar de ser, hasta cierto punto, prototípicos, con discursos, motivaciones y problemas que pueden parecer clichés (como también ocurre en Yo nunca, más centrada en adolescentes), es evidente que se han construido sobre la experiencia real de mujeres, lo cual les aporta una mayor profundidad y hace que sea imposible no identificarse con alguna de las protagonistas (o verse un poco reflejado en cada una de ellas).
El hecho de que las cuatro protagonistas estén unidas por una relación de camaradería y convivencia se suma a la voluntad de crear personajes femeninos más realistas. Si bien es cada vez más frecuente en la pequeña pantalla, hasta hace poco, se abusaba de los conflictos entre mujeres (peleas de gatas, vaya) para impulsar las tramas. Destaca también la intención de dar cabida en los sets a actrices más diversas y con apariencias y un vestuario que se acerca más a lo que se ve por la calle. ¡Ojo! Esto no quita que no se aprecie la fantasía de otras producciones como Euphoria o Élite, pero lo que está claro es que resulta refrescante ver a mujeres repantingadas en chándal y sin estar hipersexualizadas.
Como ya hemos comentado antes, el humor sigue siendo ligero, basado en el enredo y la comedia física, perfecto para desconectar disfrutando de los asequibles episodios de media hora. Parece que, en este sentido, la serie ha encontrado un punto de comodidad y ha decidido quedarse en lo que funciona.
Eso sí, no todo podía ser de color de rosa. Esta segunda temporada no contará con la participación de Nico (Gavin Leatherwood) el hermano de Leighton(Renée Rapp) e interés amoroso de Kimberly, ya que el actor, a pesar de su buena experiencia rodando la primera temporada, declaró estar preparado para otro tipo de retos profesionales. ¡Una pena!
Ya tienes los dos primeros episodios de la segunda temporada de La vida sexual de las universitarias disponibles en HBO Max, con el estreno de un nuevo capítulo cada semana.