Las tardes de agosto son igual de largas para todos, se esté de vacaciones o trabajando. Por eso, esta semana, te hemos preparado una recomendación extra para ayudarte a superar la (enésima) ola de calor del verano. Aquí tienes tres series clásicas de HBO Max que podrás disfrutar con una bebida fría bajo el ventilador.
Empezamos con A dos metros bajo tierra, todo un clásico de HBO. Aunque ahora se piensa en Juego de tronos como la ficción que impulsó la plataforma, lo cierto es que la serie de 2001 creada por Alan Ball (American Beauty) fue durante un tiempo la “cara” de HBO. Y, si bien ambas series comparten personajes carismáticos y una trama adictiva, solo A dos metros bajo tierra consiguió cerrar la serie con un final a la altura de sus cinco excelentes temporadas.
La historia se centra en la familia Fisher, propietaria de una empresa funeraria en Los Ángeles. El padre, Nathaniel, muere de manera inesperada en un accidente y serán Nate y David, sus dos hijos, los que tendrán que llevar el negocio adelante junto a Ruth, su madre, y Claire, su hermana. Cada capítulo da comienzo con una muerte inesperada, a partir de las cuales los Fisher exploran sus propias experiencias y problemas. Así, en un mundo en el que lo funerario lo impregna todo, los personajes siempre terminan reflexionando sobre sus vidas (y sobre la vida, en general).
Con un reparto de lo más atractivo, formado por Peter Krause (Parenthood), Michael C. Hall (Dexter), Frances Conroy (American Horror Story), Lauren Ambrose (Servant) y Rachel Griffiths (The Wilds), A dos metros bajo tierra es una serie que no te puedes perder si quieres ver un drama familiar diferente, inteligente y reflexivo, pero con un punto de extravagancia.
Sabemos que no es la primera vez que os recomendamos The Wire, pero es que nos cuesta concebir una lista de series “míticas de HBO” (o “míticas”, así, en seco) sin ella. A lo largo de sus cinco temporadas, este drama ambientado en los suburbios de Baltimore trata el narcotráfico y la corrupción policial en los barrios más castigados de Estados Unidos. Todo empieza cuando Jimmy McNulty (Dominic West), detective de la policía de Baltimore, empieza a investigar un asesinato relacionado con el mundo de la droga, que muy pronto le lleva a descubrir toda una trama de corrupción entre los suyos.
La serie se inspira en las experiencias reales de David Simon, su creador y guionista, que investigó casos similares cuando trabajaba para el periódico Baltimore Sun. Además, muchos de los actores secundarios son personajes auténticos de Baltimore que se interpretan a sí mismos, lo que le proporciona a la serie una capa de realismo extra. ¿Te vas a perder la que se ha definido como “la mejor serie de todos los tiempos”?
Terminamos con otra serie que no necesita presentación: Sexo en Nueva York, todo un fenómeno que cambio la historia de la televisión y que se emitió en HBO de 1998 hasta 2004. Cuatro mujeres treintañeras solteras revelan sin tapujos cómo es su vida en la frenética Nueva York de finales de los noventa y principios de los dos mil, mientras se descubren a sí mismas, trabajan en sus carreras, y tienen sus amores, amoríos (que no es lo mismo) y sus rollos de una noche.
Nuestra protagonista es Carrie Bradshaw (Sarah Jessica Parker), una periodista que se autodefine como “antropóloga sexual”, Charlotte (Kristin Davis), inocente pero con sentido común, Miranda (Cynthia Nixon), una abogada cínica y sarcástica, y Samantha (Kim Cattrall), una mujer independiente y aventurera (sobre todo, en el sentido sexual). Las cuatro actrices dan vida a una amistad entre mujeres que ha hecho historia en la gran pantalla, y que ha marcado una época para muchos espectadores.
Aparte de las muchas tramas y reflexiones (algunas de las cuales no han envejecido del todo bien, lo reconocemos) de las protagonistas, la serie explora cómo era la representación de una vida moderna por aquel entonces y abre una puerta al Nueva York de aquella década. La ciudad goza de un protagonismo que la convierte en un personaje más. Y eso, nos encanta.