Con motivo del estreno de El limpiador en Movistar+, os recomendamos tres documentales de true crime que podréis ver este fin de semana en HBO Max.
Empezamos con Dolores: La verdad sobre el caso Wanninkohf, un true crime patrio que fue, además, una de las primeras apuestas españolas de HBO Max. Si bien es cierto que España no es como Estados Unidos y no tenemos una ristra de asesinos en serie célebres (menos mal), no andamos cortos de escándalos judiciales, entre ellos, el caso Wanninkhof.
En 1999, aparece el cuerpo de Rocío Wanninkohf tres semanas después de su desaparición en Mijas. La Guardia Civil inicia una investigación que, tras descartar a la pareja de la víctima, pone a Dolores Vázquez en el punto de mira, expareja de la madre de Rocío. Tras encontrarse unas supuestas fibras textiles de Vázquez en la ropa de la joven, da comienzo uno de los juicios más polémicos de nuestra historia: un proceso en el que Vázquez ya había sido condenada antes de empezar, ya que los medios de comunicación y la opinión pública se posicionaron en su contra sin pruebas concluyentes.
El caso podría haber acabado cuando Vázquez ingresó en prisión en 2001, pero no: en 2003, aparece el cuerpo de otra joven, Sonia Carabantes, cerca de Mijas. Las pruebas de ADN de este nuevo caso apuntan a que el asesino de Rocío Wanninkhof no fue Dolores Vázquez, sino otra persona.
Aunque Dolores fue puesta en libertad de inmediato, nada pudo borrar su encarcelación injusta y el trato mediático que recibió. HBO Max repasa una de las negligencias judiciales más flagrantes de nuestra historia a lo largo de seis episodios de alrededor de 50 minutos, en los que, por primera vez, la narradora es la misma Dolores Vázquez. La afectada rompe su silencio y aborda la imagen de mujer desalmada que pintaron los medios de comunicación y los efectos de los juicios mediáticos. Una propuesta de true crime muy interesante, que no solo investiga un terrible caso de asesinato, sino también el proceso judicial negligente que lo acompañó.
Cruzamos el charco para recomendaros El asesino sin rostro, una docuserie que aleja el foco de la figura del asesino en serie para centrarse en la persona que investigó sus crímenes. A Michelle McNamara le fascinaba el mundo del true crime y los casos sin resolver. Tanto, que por las noches, mientras su familia dormía, investigaba quién podía ser el asesino en serie al que bautizó como el “Asesino del Golden State”, un criminal que actuó en California entre los setenta y los ochenta, y que violó a más de 50 mujeres. Publicaba sus hallazgos en un blog personal, cuyos artículos recopiló posteriormente en I’ll be gone in the Dark, un libro que nunca pudo acabar, ya que falleció en 2016. Aun así, el libro se publicó póstumamente en 2018, justamente el año en el que se detuvo a Joseph James D’Angelo, el asesino de Golden State.
El libro de Michelle McNamara sirve como base para este true crime, que se aleja de los detalles escabrosos de los asesinatos y se centra en la figura de la autora. Un cambio de perspectiva que supone un soplo de aire fresco para un género que corre el riesgo de volverse repetitivo y estancarse. A lo largo de siete episodios de alrededor de 50 minutos, conoceremos la obsesión de McNamara a través de entrevistas a policías, familiares, amigos y a Oswalt, su marido, que participó en la producción del documental.
Terminamos con otra docuserie de true crime ambientada en Estados Unidos, esta vez, en el estado de Atlanta. Al igual que en El asesino sin rostro, el foco de este true crime no está puesto en el asesino, sino en las familias de las víctimas. En 2020, HBO estrenó Crímenes y desaparición en Atlanta, una producción que trata de resolver los casos de asesinato que se produjeron en Atlanta entre 1979 y 1981, en el que 28 personas, la mayoría, niños afroamericanos, fueron asesinados.
Este documental se filmó a raíz de las declaraciones de Keisha Lance Bottoms en 2019, alcaldesa de Atlanta, en las que anunció que se iba a reabrir caso de las desapariciones en Atlanta, con la esperanza de que las nuevas tecnologías arrojasen luz sobre un caso que nunca había sido bien cerrado. Las numerosas desapariciones y asesinatos de los niños se atribuyeron, de manera informal, a Wayne Williams, acusado del asesinato de dos hombres adultos.
Crímenes y desaparición en Atlanta se esfuerza en ir más allá de la superficie y en analizar, en cinco episodios de unos 50 minutos, las diversas capas de complejidad que forman este caso, y lo contextualiza en una ciudad en los que el clasismo y el racismo eran (y siguen siendo) prevalentes. La labor documentacional es de admirar, con abundante material audiovisual, al que se suman entrevistas con familiares, investigadores, abogados y otras personas vinculadas al caso.