Imagina vivir en un mundo en el que pudieses separar tu vida laboral de tu vida personal con un sencillo implante cerebral que crease dos “tú” completamente distintos. ¿Te atreverías a hacerlo?
Esta es la premisa de la nueva serie de Apple TV+ de Dan Erickson, Separación, en la cual Mark S. decide, tras perder a su mujer, someterse a dicha intervención y empezar a trabajar en Lumon, donde conocerá a otros “separados” como él. Con este nuevo título, la plataforma se consagra como la gran creadora de títulos de ciencia ficción, como For All Mankind, y de no tan ciencia ficción, como Ted Lasso.
El estreno de Separación es especialmente relevante en un momento en el que muchos se cuestionan el papel del trabajo en sus vidas. ¿Somos la misma persona en el trabajo y fuera de él? ¿Podemos y debemos disociar estas dos personalidades? ¿Seríamos más eficientes si lo hiciésemos? ¿Se puede alcanzar la felicidad mediante el trabajo? En una sociedad en la que siempre se ha glorificado el alcanzar la felicidad mediante el éxito laboral, muchos empiezan a reivindicar el trabajo como un simple medio para subsistir, reduciéndolo a una pequeña parte de sus vidas. Esta es, justamente, la noción que se explora en Separación, donde los protagonistas se olvidan de su “yo” personal cuando están trabajando.
A caballo entre la ciencia ficción y el thriller, la serie va dejando pistas sobre lo que sucede, dejando al espectador con ganas de más, y esbozando lo que parece ser una conspiración a gran escala. Y las dos versiones de Mark S., el protagonista, harán lo posible para entender qué está sucediendo junto a sus compañeros.
Desde el minuto uno, la serie sumerge al espectador en un mundo frío y aséptico con oficinas blancas inmaculadas de estilo minimalista, y una especie de ruido en la imagen que no es nada tranquilizador: un ambiente asfixiante y algo perturbador que recuerda a Desde otro lugar. Separación también juega con la atemporalidad: aunque se entiende que la trama se desarrolla en la actualidad, reina una atmosfera típica de los años 2000 que potencia la sensación de incomodidad. A esto se le añaden algunas tomas sacadas de las cámaras de vigilancia, la guinda del pastel. Ah, ¡y qué decir de los créditos! Parecen salidos de la mente de Charlie Kaufman.
Ben Stiller ha dirigido seis de los nueve episodios y ha estado a cargo de la dirección de un reparto de lo más variopinto, que va desde Adam Scott (Parks and Recreation), el protagonista, un hombre bipolar viudo, hasta John Turturro, que interpreta a una persona de temperamento fuerte, pasando por Patricia Arquette en el papel de una jefa con mano de hierro. Poco a poco, sale a la luz que todos los personajes tienen una buena razón para formar parte de este grupo de “disociados” y que la serie tiene mucha tela que cortar.
Esta primera temporada abre una puerta a este mundo inquietante, y el cliffhanger final dejará a muchos con ganas de una segunda temporada. Cada viernes, se estrena un nuevo episodio de Separación en Apple TV+.