¿Qué mejor que celebrar el estreno de A Town Called Malice en SkyShowtime que con otras tres series protagonizadas por familias (no siempre de sangre) de delincuentes?
Empezamos con Trailer Park Boys, una serie canadiense que ha conseguido convertirse en todo un fenómeno de culto gracias a sus excéntricos protagonistas, su humor irreverente (“políticamente incorrecto”, como dirían algunos) y una fauna de personajes secundarios de lo más estrafalaria (y entretenida)
Los protagonistas son tres delincuentes de poca monta que viven en Sunnyvale, un parque de caravanas de Nueva Escocia: Julian (John Paul Tremblay), el líder astuto y tranquilo que nunca suelta la botella de whisky, Ricky (Robb Wells), un tipo agresivo que siempre anda metido en problemas y que acaba de salir de la cárcel, y Bubbles (Mike Smith), el más dulce del grupo, amante de los gatos y con unas características gafas de culo de vaso. Los tres quieren rehacer sus vidas, ¿y qué mejor manera de hacerlo que grabándolo como si fuese un documental?
Creada por Mike Clattenburg, Trailer Park Boys ha conseguido amasar un buen número de fieles seguidores gracias a su originalidad y crudeza, mezclando humor absurdo, sátira social y personajes a cada cual más excéntricos, pero a los que es imposible no cogerles cariño. Si tienes ganas de disfrutar de una serie de culto con un humor sin filtro, ¡no te puedes perder Trailer Park Boys! La tienes al completo en Netflix. Además, si te gusta, puedes disfrutar en la misma plataforma de las dos temporadas spin-off animado, Trailer Park Boys: The Animated Series.
Seguimos con Weeds, otra serie que la petó en los 2000 y que, en nuestra opinión, está infravalorada. Creada por Jenji Kohan (que también estuvo a cargo de Orange is The New Black), la trama de Weeds sigue a Nancy (Mary-Louise Parker), un ama de casa que, para mantener a su familia tras quedarse viuda, decide ponerse a vender marihuana para no perder su estatus y estilo de vida. Lo que empieza como una simple manera de subsistir se convertirá en un gran negocio que situará a Nancy como una de las narcotraficantes más importantes de su zona. Vaya, una experiencia a lo Breaking Bad (pero mucho más simpática).
Si bien la serie tiene su buena dosis de drama, Weeds ha sido aclamada tanto por la crítica como por el público por su humor característicamente negro y por conseguir abordar temas complejos de manera ingeniosa y divertida, especialmente cuando Nancy empieza a descubrir el complejo funcionamiento del mundo del narcotráfico, y a medida que empiezan a difuminarse sus límites y las líneas de su moralidad.
Weeds es una serie imprescindible para todos aquellos que buscan una mezcla de drama y humor negro aderezado con unas pullitas de crítica social. Te animamos a darle una oportunidad, ¡tienes sus ocho temporadas disponibles en HBO Max!
Y terminamos con Shameless, una serie más reciente, pero igual de mítica que las anteriores. La trama de esta serie gira en torno a la familia Gallagher, una familia disfuncional que vive en el South Side de Chicago, uno de los barrios más desfavorecidos de la ciudad. Al frente de la familia, está Frank (William H. Macy), un alcohólico al que le preocupa más seguir viviendo a su aire que cuidar de sus seis hijos, Fiona (Emmy Rosum), Lip (Jeremy Allen), Ian (Cameron Monaghan), Debbie (Emma Kenney), Carl (Ethan Cutosky) y Liam (Christian Isaia).
A través del día a día de los personajes, que tratan de sobrevivir situaciones rocambolescas (en las que, a menudo, son ellos mismos los que se meten) Shameless aborda sin medias tintas temas “incómodos” como la pobreza, la adicción o la salud mental sin tapujos, presentándose como una serie extrema, pero muy real. No en vano, la serie está basada en las experiencias vitales de Paul Abbott, su creador, que creció en circunstancias muy similares a las de sus personajes.
En definitiva, Shameless es una serie cruda que te hará tanto reír como llorar, y que amarás u odiarás. Eso sí, si te cae en gracia, te garantizamos que no podrás parar hasta terminarla. La tienes íntegra en Prime Video.