¡Cuidado! Este artículo contiene spóilers de la tercera temporada de Sucession.
Parece que HBO Max se ha propuesto no darnos tregua este 2023. Después de empezar por todo lo alto con The Last of Us, una serie que, para bien o para mal, ha dado que hablar, la plataforma cierra el mes de abril con la cuarta y última temporada de Succession, drama familiar (y comercial) para la que muchos ya es LA serie de culto de la última década.
El primer episodio, Los Monsters, se estrenó el pasado 27 de marzo en España y es el primero de un total de diez capítulos, que se emitirán de semana en semana.
La serie retoma el hilo tras el inesperado final de la tercera temporada, cuando Logan (Brian Cox) consigue darle, una vez más, esquinazo a “sus niños” y vender la empresa a Lucas Matsson (Alexander Skarsgård), un genio tecnológico. Pero lo más sorprendente es que lo consigue gracias a Tom (Matthew Macfadyen), el cual, tras un matrimonio lleno de humillaciones no duda en aliarse con el patriarca y con Greg (Nicholas Braun) para ponerle la zancadilla a Shiv (Sarah Snook). Ahora, la familia tendrá que lidiar con las consecuencias de lo cometido y, los tres hermanos tendrán que apañárselas ahora que su padre les ha dado la patada del proceso de sucesión de Waystar.
La cuarta temporada de Succession empieza igual que la primera: con la celebración cumpleaños de Logan. Sin embargo, aunque Logan sigue odiando que le canten “cumpleaños feliz”, todo ha cambiado: su fiesta ya no se presenta como un despliegue de medios al que sus retoños acuden fielmente. Ahora, Logan celebra su cumpleaños solo en su sombrío apartamento de Nueva York, mientras Shiv, Roman (Kieran Culkin) y Kendall (Jeremy Strong) buscan inversores para un nuevo proyecto empresarial.
Si bien esta escena desvelaba, al inicio de la serie, un mundo de lujos inalcanzable para el espectador, ahora sirve para presentar la batalla final entre Logan, que se resiste a dar el relevo, y sus hijos, que han crecido en la riqueza y se niegan a perder sus privilegios. Un espectáculo caótico y repleto de adrenalina en el que la diversión consiste en ver “caer al rico”. Y es que la temporada no tarda nada en entrar en materia y caer en la vorágine de ofertas, estrategias, traiciones y pactos a puerta cerrada… y algún drama marital. A muchos les sorprendió el anuncio de que la cuarta temporada sería la última, aunque su creador, Jesse Armstrong, afirmó que siempre había concebido Succession para ser así y que no contemplaba alargarla más. Tal vez por eso el ritmo de la serie se siente más frenético: la culminación de la serie está a solo diez capítulos y aún queda mucha tela de cortar. Pero aunque muchos fans estén apenados, retirarse a tiempo puede ser una buena opción.
En cualquier caso, echaremos de menos su banda sonora, su característica shaky cam y, por supuesto, al reparto. El elenco de Succession ofrece unas interpretaciones a la altura de la trama, cuyo caos y tensión alimentan con su trabajo, con actores revelación como Nicholas Braun. En esta temporada, el desarrollo de los personajes y de sus dinámicas seguirá siendo uno de los mayores atractivos, con la nueva (y más firme, parece) alianza entre los hermanos Roy, nuevos intereses entre Logan y Tom, y la relación que se ha ido cocinando a fuego lento entre Tom y Greg que, parece ser, será crucial a lo largo de la temporada. Y es que, bajo la superficialidad de los términos de bussiness que tan bien manejan los personajes (y que lanzan a diestro y siniestro), el magnetismo de Succession reside en los intereses que mueven a los personajes, empezando por el mismo Logan, que no ha duda en usar su “amor paternal” como premio y herramienta de control.
Aunque es imposible predecir el final de temporada (¡ya nos gustaría!), todo apunta a que Succession tendrá un final digno de la serie. No os contamos nada más… ¿a qué esperáis para verla?
Ya puedes disfrutar del primer episodio de Succession en HBO Max, con el estreno de un nuevo episodio cada semana