¿Qué ocurre si mezclamos La semilla del diablo, un Anticristo blandengue, un humor muy absurdo y una animación “chanante”? Pues que sale Pobre Diablo, el nuevo proyecto del trío formado por Joaquín Reyes, Ernesto Sevilla y Miguel Esteban, que se ha unido fuerzas para lanzar la primera serie de animación española para HBO Max.
Nuestro protagonista es Stan, el mismísimo Anticristo, quien está a punto de cumplir 666 meses: una fecha muy especial en la que tendrá que cumplir con su destino y abrir la caja de los truenos para desatar el Apocalipsis y sumir a la humanidad en el caos y el horror. Pero Stan es un simple adolescente de carácter dulce cuyo gran sueño es convertirse en una estrella de Broadway: nada más lejos de la encarnación del mal. Por mandato de Satán, su padre, Stan tendrá que bajar a la Tierra, acompañado de Mefisto, un gato satánico compra-almas, y Samael, diabla especializada en posesiones, para ver con sus propios ojos por qué la humanidad merece desaparecer entre terribles sufrimientos. Pero Stan no ve nuestro mundo con los mismos ojos que su padre…
Después de hacerse de rogar retrasando su estreno en varias ocasiones, HBO Max estrenó la primera temporada íntegra de Pobre Diablo el pasado 17 de diciembre. Creada por el estudio granadino Rokyn Animation, la serie no ha tardado en hacerse notar, y ha recibido una buena acogida tanto entre el público como en la crítica.
Quienes conozcan el particular estilo de Joaquín Reyes, Ernesto Sevilla y Miguel Esteban, ya se imaginarán que Pobre Diablo no es una serie cualquiera. Y así es: la serie viene con el inconfundible sello “chanante”, en el que se entremezclan el humor absurdo, una ácida sátira social y un aluvión de referencias a la cultura popular. El guion tiene leña para todos y no se corta a la hora de repartir, ya sea arremetiendo contra un grupo de incels o metiéndose con los estereotipos de género. Además, al espectador le esperan cameos inesperados como el de Keanu Reeves (curiosamente, la serie está ambientada en Nueva York, lo que crea un contraste particular con el humor marcadamente español) o Rafael. A pesar del cachondeo, eso sí, la serie da en ocasiones un volantazo hacia el drama, dejando espacio para la emocionalidad y la reflexión. No os hacemos espóiler: ya descubriréis vosotros mismos el giro del final de temporada.
En el departamento del doblaje, son los mismos creadores y algunos de sus colaboradores habituales los que se encargan de dar vida a los personajes, con Joaquín Reyes en el papel de Stan, Ernesto Sevilla como Mefisto, e Ignatius Farray (con su acento canario inconfundible) interpretando a Satán. También disfrutaremos de la interpretación de Gakian como Samael, y la colaboración de Carlos Areces, y Verónica Forqué, en su último trabajo, en el papel de Rose, madre de Stan.
Por otro lado, el diseño de los personajes (que dará nostalgia a los fans de Muchachada Nui) ha corrido a cargo de Joaquín Reyes, quien, para quienes no lo sepan, estudió Bellas Artes.
En definitiva, Pobre Diablo es una apuesta segura para los aficionados a las series irreverentes, sean fans del trío “chanante”, o no. E incluso si el humor absurdo no es lo tuyo, no se puede negar que Pobre Diablo es un primer escalón para impulsar la animación para adultos made in Spain, un terreno que aún no se ha explorado mucho en nuestro país y en el que es difícil destacar. Esperamos que, por lo menos, ¡se renueve para una segunda temporada!
Ya tienes la primera temporada de Pobre Diablo disponible en HBO Max.