Te recomendamos tres series de HBO Max que podrás ver entre episodio y episodio semanal de The White Lotus si echas de menos a los personajes, sus paisajes de infarto y situaciones surrealistas.
¿Hay algo que de más rabia que las personas que se “encuentran a sí mismas” en un retiro de meditación? Pues justamente de eso va Enlightened (Iluminada), una dramedia no tan conocida de HBO que se estrenó en 2011. La protagonista es Amy Jellicoe (Laura Dern), una ejecutiva agresiva que se ve obligada a tomarse unas vacaciones después de perder los papeles durante una reunión de trabajo. Después de tres meses de retiro en Hawái (¿estaría ella también en el White Lotus?), Amy vuelve al trabajo totalmente renovada. Tanto, que su nueva manera de ver las cosas creará más de un conflicto.
Hawái, ejecutivos estresados, vacaciones revitalizadoras… Si te da la impresión de que Enlightened tiene mucho en común con The White Lotus es porque, al fin y al cabo, ambas son creación de Mike White (y que, por lo que parece, la primera está basada en una experiencia real suya). Aunque, lamentablemente, Enlightened fue mucho menos exitosa, con solo dieciocho episodios repartidos en dos temporadas que, aun así, le valieron a Laura Dern el Globo de Oro a Mejor Actriz de Comedia. Comparte también con The White Lotus esas escenas tan divertidas como estresantes, rozando lo absurdo, y el equilibrio a la hora de abordar cuestiones serias y rebajar la tensión con momentos divertidos. Muy recomendable si disfrutaste de The White Lotus por su esencia más básica.
Continuamos con Succession, un drama familiar que, como ya habréis comprobado, no nos cansamos de recomendaros. La trama gira en torno la familia Roy, encabezada por Logan Roy (Brian Cox), un despiadado magnate a cargo de un conglomerado de medios de comunicación (basado, por cierto, en Rupert Murdoch, propietario de Fox News). Cuando Logan sufre un problema de salud que le obliga a retirarse, sus tres hijos Kendall (Jeremy Strong), Roman (Kiran Culkin) y Shiobhan (Sarah Snook) darán comienzo a una lucha encarnizada para ver quién se convertirá en el sucesor del imperio familiar.
Y, aunque es posible que los Roy no se vayan de retiro a Hawái, sí que viajan a cualquier parte del mundo en sus jets y helicópteros privados como quien va en bicicleta a la esquina. Con un guion brillante, un reparto excelente y un humor que te arrancará una carcajada en los momentos más inapropiados, Succession es una joya que pasará a la historia como una serie de culto. Si te gustan los dramas sobre familias multimillonarias cuyos miembros no dudan en darse puñaladas traperas, entonces Succession es para ti. Y, aunque de momento no se sabe cuándo se estrenará la cuarta temporada, HBO Max lanzó recientemente el tráiler.
Terminamos con The O.C., un clásico teen de 2003 con el que muchos adolescentes milenials vivieron lo que era ser un californiano rico a través de las vivencias y problemas de sus personajes. Todo empieza cuando Ryan Atwood (Benjamin McKenzie), un joven con un pasado problemático, es adoptado por Sandy (Peter Gallagher) y Kristen (Kelly Rowan) Cohen, una familia adinerada de California. Aparte de adaptarse a las costumbres de su nueva glamurosa vida en Orange County, Ryan caerá fascinado ante su vecina, Marissa Cooper (Mischa Barton).
Para muchos, The O.C. tiene toques similares a la archiconocida Gossip Girl, y no es casualidad, ya que detrás de ambas está el productor y guionista Josh Schwartz. A pesar de ser una serie que encaja más dentro del género teen que en otros, la serie se ganó el favor de la crítica gracias a unos personajes bien construidos y a un guion atractivo. Gracias a su éxito de audiencia, se convirtió en un fenómeno cultural que sirvió de lanzadera a actores y actrices de éxito moderado hasta el momento, como Adam Brody o Mischa Barton. The O.C. es una buena opción si no quieres calentarte la cabeza y disfrutar de una serie teen con una buena trama y momentos y giros de guion que han pasado a la posteridad. Y, para aquellos que ya la hayan visto, tal vez sea un buen momento para revisitar la nostalgia de una adolescencia californiana junto al mar.