Si Power ya nos sorprendió con su primer spin-off, una precuela sobre Ghost, el hijo del protagonista, la saga estrena ahora su primera precuela: Power Book III : Raising Kanan. Esta nueva entrega relata la adolescencia de Kanan, el protagonista de la serie madre, interpretado por 50 Cent, a medida que intenta hacerse un hueco en el imperio del tráfico de drogas que su madre intenta construir.
Viajamos a 1991, al barrio de South Jamaica, en Queens, Nueva York. Kanan es un joven estudiante de instituto que lleva una vida normal… si quitamos que su madre Raquel, más conocida como Raq, es la jefa de una red de tráfico de cocaína. Aparte de vivir las experiencias de cualquier adolescente de 15 años, Kanan tiene otras ambiciones: quiere entrar en el juego y ayudar a su madre a ampliar su imperio.
Sin embargo, su madre está decidida a mantenerlo fuera de las calles para que tenga una vida mejor, llegando incluso a mandarle a uno de los mejores institutos del país: un método duro, prueba de su decidida vena criminal. Kanan debe encontrar el equilibrio entre defenderse de los que les acosan y faltan el respeto sin seguir los pasos de Raq, que está al borde de iniciar una guerra territorial con un traficante rival.
La atmósfera de Raising Kanan es muy diferente a la de Power, que está completamente bañada en tintes noventeros. A la imagen desaturada la acompaña una banda sonora de hip-hop inspirada en la década. El tráfico de drogas por aquel entonces era mucho más “artesanal”, sin teléfonos móviles o internet, inventos que llegarían a finales de la década (como se ve en The Wire). La serie tiene, pues, una perspectiva diríamos “de calle”, y se mueve en una red que juega con la cartografía de Nueva York. Al igual que en Power, la serie explora los temas de la familia y el legado, cuando Kanan se juega su futuro para seguir los pasos de su madre.
Esta primera temporada relata la historia de una llegada a la edad adulta precoz: es un auténtico curso intensivo sobre el sentido de la responsabilidad, pero también, sobre la de la familia. Al Kanan adolescente le queda mucho por aprender antes de convertirse en el robusto personaje que conocemos.
Artículo escrito en el marco de nuestra colaboración con Lionsgate+